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«Yo soy yo y mi circunstancia» José Ortega y Gasset

jueves, 3 de septiembre de 2009

La Luna Madre

Descubrí el porqué los lobos aullan a la luna.
Hay una historia que dice que una vez iban la luna y el sol por el bosque y encontraron un lobito bebé perdido. La luna, que deseaba mucho ser madre, le pidió a su esposo el sol que lo recogiera para que ella lo pudiera cuidar. Aunque el sol no estaba muy convencido, porque prefería buscar a la familia del lobito, finalmente accedió.
La luna lo cuidó y le dió todo su amor. Le enseñó lo que estaba bien y lo que estaba mal, y también a aullar, El lobito sabía que cuando la luna desaparecía del cielo era porque estaba enojada; cuando estaba en cuarto menguante era porque el lobito se había portado mal, cuando estaba en cuarto creciente ya lo había perdonado y cuando estaba llena era porque estaba muy feliz. Un día se toparon con la familia del lobito. El sol le explicó a la luna que lo mejor para el pequeño lobo era estar con los suyos. Con mucho pesar, la luna dejó que el lobito fuera con su familia; pero el pequeño lobo núnca se iba a olvidar de su "nodriza", y le contó a todos los demás lobos lo que había vivido con la luna y el sol. Por eso, en las noches de luna llena, los lobos suben a lo más alto de las montañas para saludar con su aullido a la luna madre.

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