En este espacio crecen ideas, pensamientos y emociones, abonadas por la esperanza de que todo puede ser mejor.

«Yo soy yo y mi circunstancia» José Ortega y Gasset

viernes, 22 de octubre de 2010

para Susi de La Cumbre...



... son más tesoros que encontré en La Campiña de Mónica y Cesar, y que me hicieron acordar de esta queridísima amiga de Punilla, con la que compartimos el amor por "nuestra" tierra cordobesa y la naturaleza: Susi de HACIENDO MANUALIDADES , La Cumbre en el Valle de Punilla.
Ambas somos cordobesas de corazón, por elección; y cuando vi toda la belleza de esta tierra de San Pedro y pensando en las bellezas que nos tiene acostumbrados a mostrar Su, me dije que tenía que dedicársela, ya que los que vivimos en una ciudad no tenemos oportunidad de toparnos seguido con maravillas así.
Un abrazo Susi, de todo corazón.



miércoles, 13 de octubre de 2010

LA CAMPIÑA DE SAN PEDRO...



...el paraíso en la tierra, creado por Mónica y Cesar.
Es tan fácil amar a la naturaleza; solo hace falta mirar alrededor con los ojos del corazón.
Hace unos días atrás, tuvimos la hermosísima idea de visitar San Pedro, esa preciosa localidad en medio del campo bonaerense; y particularmente La Campiña: el campo donde Mónica y Cesar hacen brotar de la tierra maravillosas naranjas y hortalizas espectaculares, con hojas inmensas. La tecnología no está a la altura de las circunstancias, en este caso, porque apenas se entra al predio, el impulso natural es sacar la cámara para atrapar hasta el último detalle para llevarlo con uno, pero al pasar por los naranjos llenos de azahares, anhelamos la asistencia de la tecnología, para llevarnos con nosotros por siempre ese aroma tan especial que no tiene definición. No pude asociarlo a ninguna fragancia que haya aspirado nunca; es un olorcito dulce, que acaricia por dentro y da paz interior, producto de lo bien que uno se siente paseando por ahí.
Me encanta poder compartir, aunque más no sea, algunas imágenes que pude traer conmigo. Que pasen un buen momento los que me honran con su visita.


miércoles, 8 de septiembre de 2010

NO SOLO DE PAN VIVE EL HOMBRE...


"Si yo tuviera mucha hambre y no tuviera qué comer, no pediría un pan sino medio pan y un libro."
Según dijo Don Federico, el Gran Lorca, una tarde cuando en su Fuente Vaqueros, le pidieron que hablara en la inauguración de la tan anhelada biblioteca del pueblo.También dijo que no sentía pena del que tenía hambre, porque era muy fácil resolver esto, pero sentía mucho dolor por el que, deseoso de conocimiento, no tenía libros para saciarse, porque: " la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida".
En otro tramo de su alocución dijo:
"¡Libros! ¡libros! He aquí una palabra mágica que equivale a decir: "amor, amor", y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso, Fedor Dostoyevsky, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin, estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita, pidiendo socorro en carta a su lejana familia sólo decía: "¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que el alma no muera!". Tenía frío y no pedía fuego, tenía sed y no pedía agua, pedía libros, es decir horizontes, es decir escaleras para subir a la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida."
Fuente: extraído de su "Alocución al Pueblo de Fuente Vaqueros", Federico García Lorca