En este espacio crecen ideas, pensamientos y emociones, abonadas por la esperanza de que todo puede ser mejor.

«Yo soy yo y mi circunstancia» José Ortega y Gasset

jueves, 19 de noviembre de 2009

UN PAIS MEJOR


Una vez escuché una historia, que me quedó grabada desde entonces, que surgió de una investigación del honorable Osvaldo Bayer.
La historia en cuestión, cuenta que un día un hombre se desploma en la calle; cuando lo auxilian, y explicando la causa de ese desvanecimiento, el hombre dijo que no comía desde hacía varios días. Como le descubren mucho dinero encima, le preguntan porqué no se compró comida. Por toda respuesta, el hombre dijo que esa plata no se tocaba porque era sagrada; era plata del sindicato.
El hombre era un anarquista y esto pasó en la época, en la que en el país había ideales e idealistas. Gracias a ellos el país tenía un lugar en el mundo, y se lo respetaba (adentro y afuera).
La Argentina tuvo la suerte de recibir, en 1880, una oleada de inmigrantes que trajeron sus ideales y su honorabilidad. Así se formó una generación de argentinos "bien nacidos", y juntos formaron un país fuerte y honrado, a pesar de la corruptela que ya entonces existía en sus mandatarios (y venía de larga data). La diferencia la daban justamente los ideales de esa clase media honrada y trabajadora, que peleaba por darle un futuro mejor a sus hijos, porque venían de un continente dolido por las guerras y el hambre, y valoraban lo que Argentina les brindaba: buena tierra y futuro.
Pasaron muchas generaciones que fueron olvidando el "sabor" del esfuerzo personal, y aprendieron el gustito de lo "gratis", aunque sea ajeno.
Muchos venimos "de los barcos", como dice la canción, y tenemos memoria de las enseñanzas de nuestros mayores y de ese orgullo por los frutos del esfuerzo personal. Eso me da la pauta que no todo está perdido en este (todavía) bendito país. Esperemos que nos dejen algo para poder refundar el país de nuestros abuelos.

foto: Dr. ARTURO UMBERTO ILLIA - médico y político argentino que ejerció la presidencia desde el 12 de octubre de 1963 hasta el 28 de junio de 1966 en que fue derrocado por un golpe militar vergonzoso. Fue ejemplo de honra, dignidad, decencia e incorruptibilidad; sus últimos años de vida los vivió en Cruz del Eje, provincia de Córdoba, en una casa que fue su único patrimonio, la cual le fue donada por el pueblo de dicha ciudad cordobesa. Hasta sus últimos días ejerció la medicina gratuitamente y hasta pagaba de su propio bolsillo los remedios de los pacientes pobres. Fue el único presidente que rechazó la jubilación de privilegio. Lo elegí como muestra del ideal que quiero revivir en este país.

martes, 10 de noviembre de 2009

ARGENTINA


Argentina no es lo mismo que "los argentinos".
La Argentina, mi país, es una tierra bendita por Dios, que los argentinos, en su mayoría, no la merecemos.
Escucho a muchos, y a mí misma, decir que quisiera estar en cualquier parte del planeta, lo más lejos posible de este país. Pero la porquería no es el país, sino la "moral" de algunos argentinos. Tenemos la deformación cultural producto de un "país generoso", como solemos decir.
Nos escucho decir: QUÉ PAÍS!, y ahora pensándolo seriamente, me doy cuenta que esa es una actitud hipócrita. Tenemos los gobiernos que merecemos (aunque no todos); ya no podermos culpar de nuestro destino a la dictadura. Somos como el eterno adolescente que no termina de madurar y sigue culpando a los padres por llegar a los 40 sin ser nadie; esa gente suele decir: Y... CON LOS PADRES QUE TENGO... Es fácil justificar las conductas achacándolas a la "herencia"; pero si tenemos la viveza para detectar fallas de conducta, tenemos igualmente la obligación de remediarlo. No hay excusa.
Siempre me dije que iba a confiar en el político que apostara a la educación. El primer político que escuché que hablara de centrar la política de su gobierno en la educación, fue Obama cuando asumió y habló al congreso. En mi país sigo esperando a "ese" político; sigo creyendo que, a pesar de todo, político no es (o no debe ser) mala palabra.
Yo fui educada para servir al pais. Me inculcaron el amor a mi tierra; lo que está bien y lo que no lo está. Sigo creyendo que una "sociedad" mejor es posible; voy a seguir trabajando para hacerla realidad, a pesar de todo.
Foto: pabellón nacional con la estatua del General Manuel Belgrano, uno de los hombres más ilustres del pais. Debería tomarse su ejemplo para forjar al auténtico ciudadano argentino. Luchó por el país, donó su sueldo para la formación de escuelas que AUN HOY no fueron construídas.

jueves, 5 de noviembre de 2009

un proyecto en marcha

Este es un trabajo aún inconcluso. En la foto están mis papás, cuando eran novios, en Mar del Plata.
El diseño que usé es filete porteño. Tengo que pintarlo porque solo tiene dada la base blanca, ya que el soporte es la tapa de la máquina de coser de mi mamá que es de madera oscura.
Espero estar a la altura de las pieza que voy a restaurar, y de su dueña porque la adoro.