En este espacio crecen ideas, pensamientos y emociones, abonadas por la esperanza de que todo puede ser mejor.

«Yo soy yo y mi circunstancia» José Ortega y Gasset

miércoles, 8 de septiembre de 2010

NO SOLO DE PAN VIVE EL HOMBRE...


"Si yo tuviera mucha hambre y no tuviera qué comer, no pediría un pan sino medio pan y un libro."
Según dijo Don Federico, el Gran Lorca, una tarde cuando en su Fuente Vaqueros, le pidieron que hablara en la inauguración de la tan anhelada biblioteca del pueblo.También dijo que no sentía pena del que tenía hambre, porque era muy fácil resolver esto, pero sentía mucho dolor por el que, deseoso de conocimiento, no tenía libros para saciarse, porque: " la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida".
En otro tramo de su alocución dijo:
"¡Libros! ¡libros! He aquí una palabra mágica que equivale a decir: "amor, amor", y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso, Fedor Dostoyevsky, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin, estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita, pidiendo socorro en carta a su lejana familia sólo decía: "¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que el alma no muera!". Tenía frío y no pedía fuego, tenía sed y no pedía agua, pedía libros, es decir horizontes, es decir escaleras para subir a la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida."
Fuente: extraído de su "Alocución al Pueblo de Fuente Vaqueros", Federico García Lorca